El licopeno es un pigmento vegetal, soluble en grasas, que aporta el color rojo característico a los jitomates, sandías y en menor cantidad a otras frutas y verduras. Pertenece a la familia de los carotenoides como el β-caroteno, sustancias que no sintetiza el cuerpo humano, sino los vegetales y algunos microorganismos, debiéndolo tomar en la alimentación.
La fórmula ideal para beneficiarse de las propiedades anti cancerígenos del jitomate es consumiéndolo, puesto que por sí solo previene el cáncer y el infarto, además de combatir muchas otras enfermedades, como reducir el colesterol, combatir infecciones, fortalecer el sistema inmune, eliminar el ácido úrico, aplacar el dolor artrítico y reducir el riesgo de infarto.
El jitomate es un conocido remineralizarte y desintoxicante. La sustancia responsable de este resultado es el licopeno, un pigmento que le proporciona su característico color rojo al jitomate, esta sustancia es un poderoso antioxidante que previene la aparición de diversos tipos de cáncer, especialmente de próstata, pulmón, estómago, cáncer de esófago, páncreas, mama, colon rectal, bucal y cervical.
La capacidad del licopeno para retrasar la oxidación de las células, y de este modo su multiplicación, garantiza su capacidad preventiva. Consumiendo 200 gramos de jitomate diario se cubre el 80% de vitamina C que se necesita al día.